¿Tiene antojos espontáneos de comida durante la menstruación? Que no cunda el pánico, es algo habitual. Aquí tienes algunos consejos para controlar estos impulsos.
¿Has sentido alguna vez el impulso repentino de comerte un trozo de chocolate o una hamburguesa? Durante la menstruación, las ganas de comer -casi como impulsos- son frecuentes. ¿Por qué? ¿Podrían ser nuestras hormonas? Sí, ¡siempre están en ello!
Según un estudio canadiense recogido por Slate, el cuerpo "pide más carbohidratos para compensar los cambios de humor y los pensamientos pesimistas, en un mecanismo de automedicación". ¿Te sorprende? Pues no. Según otro estudio sobre el tema de Circles, realizado en 2019 a más de 2.000 mujeres en Francia y Europa, más del 70% de las mujeres experimentan este síntoma de ansiedad por la comida.
Por qué tenemos antojos de comida antes o durante el periodo?
Todo se debe al cambio en los niveles de estrógeno en nuestro cuerpo. Un nivel elevado de esta hormona provoca una forma de hiperglucemia y, por tanto, nos hace comer más. Además, durante los periodos de fluctuación hormonal, nuestro organismo se ve a menudo sometido a la prueba de la fatiga. La falta de energía también puede provocar antojos. La otra hormona responsable de estos antojos es la progesterona. Esta hormona calmante tiende a afectar al estado de ánimo cuando sus niveles son bajos, sobre todo entre la ovulación y la menstruación. Y la alimentación desempeña un papel importante en nuestro sentido del humor. Para compensar este déficit emocional, podemos sentir la necesidad de darnos un capricho, y eso implica nuestra alimentación.
¿Cómo controlar estos antojos?
No hay por qué luchar contra los antojos, son la forma que tiene el cuerpo de expresarse. Sin embargo, eso no significa que debas lanzarte al primer alimento que encuentres o seguir tus impulsos al pie de la letra. Cuando tengas hambre, intenta beber mucha agua. Esto ayuda a calmar el hambre. Además, opta por tentempiés sanos y sabrosos. Para reducir los antojos, intenta comer varias veces al día. Por ejemplo: tome un desayuno abundante, un almuerzo sano que le permita aguantar hasta la hora de la merienda. Luego, al final del día, prepárate un tentempié sabroso y saludable. Por último, opta por una comida ligera por la noche. También es buena idea mantenerse en movimiento. Practicar una actividad deportiva ayuda a combatir las ansias de comer al concentrarse en otra cosa que no sea el antojo.
Si la ansiedad por la comida es un impedimento en la vida cotidiana, e incluso te marea, es importante que consultes a un especialista, que podrá aconsejarte e incluso realizarte un análisis hormonal.